Aunque el área administrativa del Puerto de Cartagena esté haciendo teletrabajo, el área de operaciones mantiene su actividad 24/7, recibiendo, descargando, cargando y despidiendo buques desde sus muelles.

En medio del periodo de cuarentena obligatoria, la importancia de las labores que realiza el puerto ha crecido de manera significativa, a tal punto que, si se detuviera su labor por un momento, las repercusiones a nivel nacional serían sin precedentes.

“Nos sentimos muy afortunados porque somos de los pocos sectores que sigue en su dinámica, pero adquirimos mucha responsabilidad, porque si nosotros llegáramos acerrar, el país cierra y entramos en una etapa de desabastecimiento. Es una responsabilidad social muy grande con el país y la sociedad”, reconocen.

Pero su responsabilidad no termina con las fronteras de Colombia. El Puerto de Cartagena también es clave para el ingreso y salida de las mercancías de la región y el mundo, al ser un punto de tránsito y de entrada a Suramérica. Por esa razón siguen recibiendo buques de carga y entregando mercancía a los transportadores, y viceversa. 

Pero la forma de afrontar la crisis no se termina en sus qué haceres diarios. Desde el puerto saben que con la cuarentena se han cambiado las dinámicas familiares y por eso establecieron plataformas que permiten estar en contacto con los empleados, fomentando actividades para realizar en familia como cocina, juegos, deporte y consejos para mantener el cuerpo y la mente sanos.

Y es gracias a esa experiencia que desde el Puerto de Cartagena le dicen a todo el país que “no hemos parado. Somos el último eslabón que puede parar. Este es un momento en que nos tenemos que reinventar todos. Y aunque uno pare, no se puede parar el mundo”.