Aún están en obra algunas de las carreteras 4G del país, pero Gobierno Nacional y agremiaciones ya planean lo que viene.

Sin duda la ejecución de las autopistas 4G en el país fueron un alivio para mejorar el transporte terrestre tanto de carga como de pasajeros. Su inversión ha logrado reducir notablemente los tiempos y costos logísticos para muchas empresas que mantienen un constante flujo entre los diferentes puertos y el interior del país.

Pero la optimización de este eslabón de la cadena logística no termina cuando las obras 4G estén entregadas y en funcionamiento. Las redes viales colombianas siguen en constante transformación y mejoramiento; eso es lo que piensa el Gobierno Nacional, por esa razón, ya se empezaron a explorar las posibilidades y alcances de lo que serían las Autopistas 5G.

Según los pronósticos, estas nuevas concesiones viales ayudarían a mejorar los porcentajes del PIB (Producto Interno Bruto) y estarían centradas en el transporte intermodal, fortaleciendo carreteras, aeropuertos, navegabilidad fluvial y el sistema ferroviario. La inversión en todas estas obras ascendería a US 5.300 millones (cerca de $19,8 billones de pesos).

A nivel terrestre se trata de la Autopista Alo Sur (en Cundinamarca), los accesos a Bogotá por el norte, los accesos Cali – Palmira, el corredor Buga – Buenaventura y la carretera existente entre Barrancabermeja (Santander) y San Roque (Cesar).

A nivel aéreo, se plantea una mejora en la conectividad de los aeropuertos de las principales capitales del país: Cali, Cartagena y El Dorado y Cartagena en sus segundas fases. En tanto, el mejoramiento fluvial se concentra en la navegabilidad del río Magdalena, el Canal del Dique y el canal de acceso al Puerto de Buenaventura. Finalmente, la fase ferroviaria se concentraría en el ferrocarril existente entre La Dorada (Caldas) y Chiriguaná (César).