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Tregua entre Estados Unidos y China promete combatir el bajo crecimiento económico mundial

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La firma de la Fase 1 del acuerdo comercial entre las dos potencias económicas tranquiliza e incluye ir normalizando la guerra arancelaria y así aportar a una “normalización” de la economía mundial.

Después de firmar el documento de 86 páginas, el presidente Donald Trump y el viceprimer ministro Liu He explicaron en qué consiste el pacto que se venía estudiando y que por fin se formalizó, tranquilizando no solo a las economías de los dos países, sino a las de todo el mundo, que también se vieron afectadas.

“Hoy estamos dando un paso muy importante, uno que nunca antes se había dado, hacia un futuro de comercio justo y recíproco a través de la firma de la Fase 1 de este histórico acuerdo”, dijo Trump durante la ceremonia añadiendo que “muchas personas creían que esto no iba a pasar. Debió haber sucedido 25 años atrás, pero está bien”.

Liu, por su parte, hizo referencia a que ambos países van a trabajar juntos para establecer una relación de ganancia mutua a pesar de que sus modelos económico y político sean tan diferentes.

En la práctica, la firma de esta parte del pacto comercial permitirá finalizar la guerra arancelaria que ha afectado a tantas compañías, los mercados financieros, las cadenas de suministro y ralentizando el crecimiento mundial. Incluye además duras medidas para garantizar que los pactos se cumplan por ambas partes.

En la práctica, el acuerdo compromete a Beijing a importar, en dos años, 200.000 millones de productos estadounidenses por encima de los niveles de 2017, asegurando que China comprará entre 40.000 y 50.000 millones en productos agrícolas. Mientras que Trump renunció a imponer más aranceles al gigante asiático y reducirá los existentes al 7,5 %.

Los grandes beneficiados serán los agricultores estadounidenses que fueron tan golpeados por la guerra arancelaria. Un ejemplo claro de ello es el caso de quienes exportaban soja a China, pues esa exportación bajó de más de 12.000 millones a 3.000 millones en dos años.

Junto a la regulación de aranceles, el pacto incluye mecanismos para la protección de la propiedad intelectual, aborda los servicios financieros y el intercambio extranjero y crea una serie de reuniones anuales (2 veces al año) para la evaluación de su cumplimiento y la resolución de conflictos.

Finalmente, quedó en el antecedente que esta misma semana Trump retiró a China de la lista de naciones que manipulan su moneda para tener una ventaja comercial y reducir así el impacto de los aranceles.

Con esto, el mercado tendrá que conformarse por ahora, pues la segunda fase del pacto comercial está pronosticada para después de la competencia por la presidencia de los Estados Unidos.

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